jueves, 1 de marzo de 2012

¿Cómo cargar los ordenadores simplemente tecleando?




La duración de las baterías de los portátiles es una de las características que más preocupa a los consumidores de estos productos.
La solución podría ser muy verde. Investigadores australianos han encontrado una técnica que permitiría utilizar el proceso de teclear para recargar la batería de los portátiles o tablets.
El convertir el tecleo en generador de energía requeriría una mezcla entre lo último en nanotecnología y la más clásica piezoelectricidad.
Sus estudios se centran en el uso de películas muy finas (nanotecnología) de material piezoeléctrico que pueden convertir energía mecánica, como aquella empleada al pulsar las teclas de un ordenador, en energía eléctrica útil para alimentar, o incluso recargar la batería del equipo.

·        ¿Qué es la nanotecnología y la piezoelectricidad?

La nanotecnología es tecnología de los materiales y de las estructuras en la que el orden de magnitud se mide en nanómetros, con aplicación a la física, la química y la biología.
La piezoelectricidad es propiedad que tienen ciertos cristales de polarizarse eléctricamente cuando son sometidos a presión, y a la inversa.


La piezoelectricidad se encuentra, por ejemplo, en los mecheros y permite que, mediante un golpe del usuario a la pieza piezoeléctrica, el mechero genere una llama. Desarrollando piezas muy pequeñas nanotecnología mediante similares a las que incorporan estos dispositivos para el teclado de  los portátiles, se podría repetir ese efecto y utilizarlo para cargar la batería.
Su aplicación no se limitaría a los portátiles. El poder de la piezoelectricidad puede integrarse en las zapatillas de correr para cargar los móviles, permitir que los portátiles sean cargados por el tecleo o incluso hacer que la presión sanguínea cargue los marcapasos
La cantidad de energía que se puede extraer de una célula piezoeléctrica es extremadamente baja, con lo que no es posible alimentar dispositivos como ordenadores portátiles. Sin embargo la investigación llevada a cabo por este equipo del RMIT pretende revolucionar este campo precisamente gracias al uso de materiales lo suficientemente finos (a nivel de nanómetros) capaces de producir mayor cantidad de electricidad, que puedan ser integrados en todo tipo de aparatos microelectrónicas (tablets o portátiles).
Este tipo de estudios son muy prometedores, pero como la mayoría de temas de esta índole, se podría quedar en una mera teoría si se terminan los fondos, o se alarga en demasía la investigación. Es posible que en 15 o 20 años estemos ante una realidad, y no solo una investigación.

Podéis consultar más información en:


Otro caso de piezoelectricidad es un experimento con un hámster en el que usando el movimiento de los músculos del animal cuando corre en la rueda giratoria se produce electricidad. Se puede consultar más información y ver un vídeo sobre el experimento en: http://www.neoteo.com/nanogenerador-de-energia-hamster-14820

En mi opinión creo que sería una buen forma de poder cargar los ordenadores, tablets u otras tecnologías pero también se tiene que destacar que con esto ahorraríamos en la creación de cables o cargadores. Otra de sus ventajas es  que no nos tendríamos que preocupar por saber dónde hemos dejado dichos cargadores ya que no los usaríamos. Una de sus desventajas es que no sabemos si hay demasiado presupuesto para esta investigación como ya hemos nombrado anteriormente y aun no tendremos esta tecnología quizás hasta dentro de 20 años.
En este documento nombramos los distintos tipos de producir electricidad, una forma nueva, renovable y no contaminante. Hasta ahora solo se ha probado en objetos relativamente pequeños como ordenadores tablets, etc. Pero si conseguimos sacarle jugo a esta nueva alternativa podríamos llegar a tener una nueva fuente de energía importante y poder sacar bastante rendimiento de ella como por ejemplo:
-         Usar nuestro movimiento con la llamada “ropa inteligente” es decir ropa que tiene unos receptores que consiguen captar el movimiento de nuestros músculos y utilizar esta electricidad generada para poder calentarnos a través de unas resistencias que llevaría la ropa en épocas invernales o frías.


Belén Perallón

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