EL ÓXIDO NITROSO TAMBIEN CUENTA:
Desde hace ya algunos años, tanto el calentamiento global en
sí mismo como el cambio climático son algunos de los asuntos que, a
nivel internacional, más reuniones y eventos producen. Uno de los objetivos
principales de estas reuniones es la de analizar en profundidad cuáles son las
más destacadas causas del cambio
climático, y cuáles son las actuaciones que se pueden llevar a
cabo para poder prevenir muchos de los problemas que se derivan de los mismos.
Una de las causas del cambio
climático es la
propia variabilidad que, de forma natural, sufre el clima, por ejemplo, se sabe
que en los últimos dos millones de años se han alternado épocas de clima cálido
con glaciares, las cuales han afectado de manera determinante a absolutamente
todas las formas de vida en la
Tierra.
La energía que
recibimos del Sol, que tiende a llegar a la parte más alta de la atmósfera, se
compone de luz visible, radiación infrarroja y radiación ultravioleta. Pero
cuando esta energía solar llega a la superficie terrestre, ya ha
sido absorbida en parte por el vapor de agua, la capa de ozono y otros
componentes de la atmósfera, sin contar la propia vegetación en sí misma. Según
la cantidad de radiación infrarroja que emite la Tierra, su temperatura debería
ser de unos 18º C, pero lo único cierto es que la Tierra tiene una temperatura
media de 15º C.
Si bien es cierto
que el efecto invernadero es un fenómeno natural y beneficioso para la Tierra,
existe otro tipo de efecto invernadero que tiene causas humanas, y que sí que
es muy perjudicial.
Esto es así porque,
como bien sabemos, se tiende a producir un aumento en la atmósfera de los
diferentes gases de efecto invernadero, aumentando este efecto. En las últimas
décadas la concentración de CO2 (dióxido de carbono) ha aumentado
considerablemente, por el uso de combustibles fósiles como fuente de energía,
en procesos industriales y para el transporte. No debemos olvidarnos en este
punto del metano (CH4), otro gas de efecto invernadero cuya concentración en la
atmósfera se va aumentando en mayor medida por el tratamiento de residuos en
los vertederos, la gestión del estiércol, etc. También el óxido nitroso (N20)
se utiliza como propelente para aerosoles o en la fabricación de lámparas
fluorescentes e incandescentes, y eso por poner solo algunos ejemplos.
No es despreciable
la contribución de algunas especies reactivas de nitrógeno, especialmente el óxido
nitroso, derivadas de la propia utilización de dichos combustibles y del uso
masivo de los fertilizantes nitrogenados. Una cantidad significativa de este
abonado termina como amonio y óxidos de nitrógeno en el aire donde, además de
deteriorar la capa de ozono, contribuyen al incremento del efecto invernadero.
Parte de los óxidos, además, disueltos en el vapor de agua producen ácido
nítrico que cae al suelo como lluvia ácida.
El contenido en
óxido nitroso en la atmósfera se ha incrementado un 8 por ciento desde que
empezó la revolución industrial y aumenta de un 0,2 a 0,3 por ciento
anualmente llegando en la actualidad a estar entre 0,5 y 1,2 por ciento. Aunque
este porcentaje es bajo si se le compara con el CO2, constituye con el 6 por
ciento del efecto invernadero, pues tiene un potencial global de calentamiento
200-300 veces superior al del dióxido de carbono. Por otra parte, su conversión
a ácido nítrico le lleva a alterar la capa de ozono al catalizar las reacciones
de los compuestos clorados y bromados que destruyen el 03.
Se a creído que la
fuente de ese crecimiento del aire en óxido nitroso era la creciente
utilización de los combustibles fósiles, sin embargo su origen está en la
actividad microbiana del suelo y mares enriquecidos en nitrógeno por la
aplicación masiva de fertilizantes nitrogenados. Esto a supuesto la mencionada
contribución al cambio climático o a la creciente contaminación del medio, que
es la tercera amenaza para nuestro planeta. Pero el enriquecimiento en
nitrógeno reactivo puede ser por otro lado, la base, aunque hay controversia,
del misterio de porque la concentración de CO2 no crece paralelamente a la
cantidad de gas liberado. Este nitrógeno permite la retención de más CO2 por
los organismos fotosintéticos constituyendo un sumidero importante.
capa‑0ozono‑oxido‑nitroso‑ taringa.j
en el centro del texto de la segunda pag. A la derecha.
cambio‑climatico.jpg
en la pag primera a la derecha en el primer tercio de hoja.
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